Más que nada porque no soy de carácter destructivo.
Eso sí, tanto la cruz como la basílica los reconvertiría en algo interesante, muy alejado de lo que ahora hay y sin presencia de la iglesia, que colaboró con el régimen para construirla y por tanto es cómplice de lo que allí sucedió.
La basílica bien podría alojar un museo de la dictadura, como en Oświęcim, (donde el campo de concentración de Auschwitz-Birkenau) donde hay un museo del holocausto, donde se explicase cómo se construyó, por quién y de dónde salió el dinero para ello, todo ello de manera muy didáctica y de obligada visita por los escolares, para que sepan lo que pasó en España en esa época (claro que esto es más difícil que volar la cruz con un petardo del 4; debería reunirse un comité de expertos extranjeros y decidir lo que pasó, porque en España nunca se llegaría a un acuerdo)
La cruz, no deja de representar la religión con la que la mayoría de la gente en España se sigue identificando más, aunque sea para criticarla, y bien mirada ¡es una excelente plataforma para tirarse de ella!
Ya sea con una goma atada a los tobillos, con una cuerda a la cintura o con un paracaídas a la espalada, pero desde luego tiene unas posibilidades de ocio espectaculares; teniendo en cuenta que está casi 300 metros por encima de la basílica y en un entorno natural espectacular (no nos engañemos, si no tuviese las connotaciones franquistas que todo el monumento rezuma, esa cruz no tiene nada que envidiar al cristo de Corcovado, en todos los aspectos: un entorno natural privilegiado, un monumento en sí mismo horrible y un excelente punto de vista).
Además si se permitiera subir, aunque simplemente sea para mirar el paisaje, en poco tiempo sería autosuficiente y podría evitarse que se cayera sola.
¿Que os parece una locura?, pues quizá deberíais saber que todos los veranos se monta una tirolina en el Atomium de Bruselas, lo que para mí, hace de esta ciudad, su único atractivo, (no el Atomium en sí, si no tirarse de él).